La selección peruana dejó "en manos de Dios" un eventual indulto a su capitán, Paolo Guerrero, para que pueda jugar el Mundial de Rusia 2018, aseguró hoy el lateral derecho Luis Advíncula.

"Que Dios decida lo que va a pasar", agregó Advíncula, quien ha exhortado a los aficionados a rezar junto a él un Padre Nuestro para que a Guerrero le concedan la autorización.

El jugador del Lobos BUAP mexicano deseó así que a su compañero le vaya bien en la reunión que este martes mantendrá en Suiza con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, donde le solicitará una suspensión cautelar de su inhabilitación por dopaje para que a sus 33 años pueda disputar el Mundial.

"Si hay una brecha de esperanzas, todos nos vamos a aferrar a eso. Ojalá Dios quiera que esta reunión que tendrá con el presidente de la FIFA sea positiva y pueda estar en Rusia 2018, que es lo que todo el Perú quiere", manifestó al finalizar su oración.

Tras el entrenamiento de hoy, Advíncula reconoció que "obviamente hay ansiedad" entre los integrantes del combinado peruano por conocer si Guerrero les podrá acompañar en la Copa del Mundo, pero matizó que intenta tomarlo con la mayor tranquilidad posible.

El centrocampista Paolo Hurtado contó que están a la espera de "que se solucione el problema". "Todos queremos eso, para que las cosas vayan bien", apuntó.

No obstante, advirtió que la selección peruana está unida desde hace mucho tiempo, incluso antes de que Guerrero fuese sancionado, y resaltó que "es un grupo muy fuerte, preparado para todo".

El TAS inhabilitó a Guerrero por 14 meses por haber dado positivo para dopaje en un control hecho el 5 de octubre pasado en un partido de clasificación para el Mundial, pero el ariete, que dice ser inocente, busca un permiso extraordinario para estar en el torneo.

Los argumentos del jugador se basan en que su dopaje fue accidental, al ingerir un té que contenía restos de un mate de coca, sustancia que tampoco le mejoraba su rendimiento.

En la práctica de hoy, realizada en la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima, el seleccionador de Perú, Ricardo Gareca, trabajó con veinte jugadores, a falta de que esta semana se incorporen a los entrenamientos Andy Polo, Édison Flores y Miguel Trauco.

El delantero del mexicano Monarcas Morelia, Raúl Ruidiaz, se ejercitó en el gimnasio, mientras que el resto de sus compañeros lo hicieron sobre la cancha, donde practicaron la definición.

La selección peruana se prepara así para medirse el próximo martes 29 de mayo a Escocia, en un amistoso en que la afición local despedirá al equipo que los representará en la Copa del Mundo.

EFE